Quién lo diría, los débiles de veras nunca se rinden.
Después de todo he decido que a pesar de lo vivido voy a seguir de píe. Porque sin ese sueño inalcanzable la vida ya no tendría sentido, porque sin un amor no correspondido la vida no tendría riesgos. Porque lo perfecto de la vida es justamente lo imperfecto. Porque estando acá, sin nada para dar. Así incluso en mi pobreza, tengo mucho para dar. Hay un par de promesas cumplidas que todavía no las cumplí, hay un par de intentos que no me dejan seguir. ¿Cuando será el día en que la vida me tire un centro? No me importa ya saberlo, descubrí que en la vida uno no tiene que buscar la felicidad, sino caminarla. Porque en el camino se encuentra la verdad. Quiero empezar de nuevo, cambiarme hasta el nombre, viajar a Tombuctu en sueños, y disfrutar de las fantasías. Quiero descubrir el placer de la vida, valorar lo necesario y nunca perder la sonrisa. Necesito nuevas decisiones para seguir adelante, serán las nuevas direcciones de mi destino.
Hay cosas que Dios permite para forjar nuestro caracter, pero hay otras que solo son consecuencias de nuestras malas decisiones.