El amor nos hará libres

Una sonrisa puede hacerte la persona más feliz del mundo. Cuando esa sonrisa se gasta, uno ya no es más feliz. Se acabo el amor. Tenemos la capacidad de mentirnos. La sonrisa desaparece mientras que nos forzamos para que vuelva a aparecer, o forzamos a las otras personas. No entendemos que algunas veces las cosas no dan para más. No tenemos un límite. No sabemos querernos. Porque cuando queremos nos olvidamos de nosotros mismos. Ya no importa quien sos, si el amor te toco ya nada es igual. Entonces nos formamos la tonta idea de que no importa estar mal. La tonta idea de esperar lo imposible. Lo que se sabe que no va a ser. Somos ciegos pero podemos ver todo. Somos una especie inconsciente. Sabemos pero no queremos saber. Buscamos pero no queremos encontrar. No queremos encontrarnos con nosotros mismos ni con lo que nos pasa. Vagabundeamos por un camino de tontas ideas sin salida. Somos incapaces de razonar cuando se trata de amor. Sin embargo tenemos la idea de razonar los propios sentimientos, nuestros y los de los demás. Robotizamos los sentimientos. Creemos que existe un botón de on y de off. Creemos que podemos desconectar a nuestro corazón. Y nos culpamos si no podemos dominarlo. Aprendemos a no querer dominar todo. Aprendemos que a veces las cosas se dan de cierta manera y no podemos hacer nada. Por mucho que nos esforzamos a veces las cosas no se dan. Nos enojamos con nosotros mismos. Nos buscamos defectos por todos lados. Llegamos a pensar que hay cosas que nada mas nos pasan a nosotros pero no es así. El olvido se convierte en una pesadilla. Luego uno lo ve de lejos y parece sencillo. Aprendemos del olvido. Conocemos sus resultados cuando dejamos de sufrir. Sufrimos porque no vemos esos resultados. Queremos olvidar de un día para otro. Estamos acostumbrados a que las cosas sean rápidas. Evitamos las largas colas de gente de la misma manera que evitamos la espera. Evitamos los procesos porque no sabemos esperar. Quisiéramos eliminar de nuestra vida el proceso que lleva olvidar. Pero sin este proceso no tendríamos buenos resultados. Seguimos quejándonos del amor. Dejamos de creer en él hasta que aparece alguien nuevo. Es como un circulo vicioso. Amamos y dejamos de amar todo el tiempo. No se si definirlo como un círculo, mas bien es una onda. Una onda que nunca vuelve a tener la misma curva, porque cada historia es distinta. Tal vez no haya distintas formas de amor, pero si hay distintas formas de vivirlo. De lo único que estoy realmente segura es que el amor nos hace libres, y ese tipo de libertad no te la saca nadie.