¿Qué es lo que dejas al mundo?
No es la forma en la que vives, es la forma en la que eres. Eso dejas al mundo, una mano y una sonrisa.A lo largo de su vida reconoció gente que no dejó nada en esta vida y sin embargo se llevó todo. Los mejores lugares eran siempre tomados por aquellos que no lo merecían, su suerte parecía siempre darle la espalda. Así vio como cada cual formaba su vida a su manera. Así vio maneras que no le gustaron seguir. Gente que se llevaba el mundo por delante, que lo tenia todo y al mismo tiempo nada. No era quien para decir como hay que vivir, pero muy en lo profundo de su corazón sabia que la fama ni el dinero conducían a nada. Sin embargo lo deseaba. Deseaba la suerte de aquellas personas, que tal vez no tenían nada pero a la vez para la mirada de los demás tenían todo. El mundo se encarga de decirnos que las cosas que valen son las que no valen nada, y a si esa pobre se convencía una y otra vez que la suerte no estaba de su lado, solamente porque no le ofrecía aquellas cosas sin valor. Era consciente de tener todo lo que necesitaba pero a la vez, le hubiera gustado tener más. Somos humanos y siempre queremos algo mas de lo que tenemos. Ella era humana y siempre quería mas de lo que tenia. Ciertas veces se preguntaba porque la vida la había puesto en esas condiciones, mejor dicho con esas condiciones. No desfavorables, pero tampoco deslumbrantes. Y allá iba como un alma perdida siempre deseando mas de lo que la vida le daba. Nunca estaba conforme, no sabia conformarse. Vivía huida en los pensamientos de los demás, en los valores de los demás. Porque su vida estaba condicionada por la mirada del otro, todo el tiempo.